lunes, 2 de enero de 2012

Capitulo 7

Despierto, escucho que susurran, todos están a mi alrededor, preocupados, lo noto por sus caras. Quisiera entender por qué me pasa todo esto, este lugar tiene algo que ver conmigo, pero no logro descifrar el vinculo que tengo con esta casa. Me encuentro en la casa recostada, Anahí esta a mi lado agarrándome la mano, me paro bruscamente, pero mis piernas están muy débiles y vuelvo a caer.
-Deberíamos  ir a la ciudad y llevarla al hospital, ¿no les parece?- dice Mar mirando a todos.
-Creo que Mar tiene razón- agrega Jael que me mira muy preocupada- porque nunca se desmaya, y ahora le pasa eso muy seguido.
-Está comenzando a preocuparme continúa Anahí que sigue agarrándome de la mano-Creo que no podremos quedarnos más- lo dice y luego mira a Margaret.
Noto como su cara se transforma y la mira con cara amenazadora y malvada, pero pronto esa cara se desvanece.
-Me parece que es lo mejor, buscaremos nuestras cosas y nos iremos- dice Franco
   Al escuchar eso por un lado me alegro, pero por otro no, todo es muy raro siento que si me voy corro peligro, y si me quedo también, todo es muy confuso.
   Pero enseguida hago lo que siento que es mejor y agrego:
-No, estoy bien, no hace falta que nos vallamos- me siento al borde de la cama- todos tuvimos un día en el que no nos sentíamos bien, y hoy, es ese mi día- pongo una sonrisa forzada y agrego- es mas ya me siento mejor- mentí-
 -Bueno, pero cuando quieras irte, nos vamos.
Luego de lo que paso, salimos a fuera para aprovechar lo que queda del día.

Ya está oscureciendo, todos estamos dentro de la casa, tibios por la calefacción, esta es una noche fría, yo me encuentro mirando a través de la ventana, y noto como se empaña el vidrio cuando respiro cera de él. Observo desde donde estoy, esa pileta que me causa temor, siento como el calor de mi cuerpo se va yendo y comienzo a tener frio.
De nuevo comienzan los mareos, pero no quiero llamar la atención, se suponía que este viaje era algo positivo para todos, y siento que con esto lo estoy arruinando todo.
No pienso más y digo:
-Me parece que voy a recostarme, estoy muy cansada.
-¿Querés que te acompañe?- pregunta Franco algo preocupado.
-No gracias, estoy bien- mi voz se nota algo cansada. Miro una última vez por la ventana, y me retiro a mi cuarto.
Cuando llego, me meto en la cama e intento dormir, cierro los ojos, y comienzo a sentir frio, los abro, y veo el cuarto totalmente diferente, con otra tonalidad y decoración, y ahí comprendí, de que me había dormido.
Escucho pasos, se abre la puerta y veo a Ann, lo primero que hago es levantarme, e ir a abrazarla.
-¡No hay tiempo!- dice sobresaltada-Tengo que mostrarte un lugar.
-¿Qué lugar?- pregunto intrigada e inquieta.
-seguime.
Hago lo que me ordenó, la sigo, y me conduce hacia esa puerta tan tenebrosa, la miro y me da mucho terror, pero a la vez siento que debo entrar.
-¡Decime que la recordas!- dice Ann ansiosa
-¿ ¡Recordar que! ?- le pregunto confundida
-¡La puerta!- la mira y luego me mira fijamente- lo que paso ahí dentro.
La miro y le digo:
-No entiendo, ¿Qué tiene que ver esta puerta conmigo?
-Tu vida depende de lo que está de tras de ella.
-¿Mi vida?- esto es muy confuso, permanezco mirando la puerta como hipnotizada.
-No puedo decirte más que eso, te tenes que acordar vos misma- me dice mirando la puerta como pensativa, y luego me mira y agrega- la llave esta en el cuarto de Margaret.
-¿En qué parte?- giro la cabeza para mirarla y esperar su respuesta, pero Ann, ya había desaparecido.
C
uando despierto, miro la hora y veo que son las 9:00am, Margaret me toca la puerta y me dice:
-El desayuno está servido.
-Gracias, ahí bajo.
Escucho los pasos de Margaret bajar las escaleras, no pierdo tiempo y decido ir a su cuarto para buscar la misteriosa llave. Entro a la habitación, hay muchos muebles, creo que va a ser muy difícil hallarla, pero cuando me doy vuelta, veo una caja pequeña de madera, tallada muy delicadamente, me llama la atención debido al tallado que tiene en la superficie; en la tapa esta tallada una cerradura, y no dude mas, la abrí y ahí había una llave, cuando voy a agarrarla, escucho pasos que se aproximan, salgo rápido del cuarto dejando todo en su lugar y me cruzo a Margaret.
-Justo iba a buscarte- me dice-tu café se enfría.

Comienzo a bajar las escaleras junto con Margaret, ella no deja de tener esa mirada aterradora que adoptó su cara, parecía otra persona, de la mujer amable que un día conocí, no quedaba nada, es como si nunca hubiera existido. Me pongo incomoda y me comienzan a sudar las manos.
-¿Qué sucede Emma?- pregunta Margaret sin quitarme la mirada de encima.
-Nada, es solo que no dormí muy bien anoche
Cuando faltaban 5 escalones para llegar al suelo, Margaret me dice con una sonrisa forzada:
-Mañana es tu cumpleaños.
Me llama la atención, jamás le dije cuando era mi cumpleaños, y con los chicos no tocamos el tema ya que estuvimos ocupados con  otras preocupaciones. Seguro que alguno de los chicos hizo el comentario, pero como últimamente no estuve enfocada en la realidad, creo que si tocaron el tema, seguramente no estaba prestando atención.
-Buen día- digo con una sonrisa y con buena disposición- hoy me siento mucho mejor, creo que esos días de  debilitamiento terminaron-digo esto mientras miro a Margaret de una forma despectiva- ya estoy más fuerte. No sé porque dije eso, es raro, pero lo dije, y la verdad es que es cierto; ya no me siento cansada, y me siento con mucha más energía.
Estoy dispuesta a descubrir todo lo que pasa en esta casa, y el misterio que la acompaña.


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