lunes, 2 de enero de 2012

Capitulo 2





Hoy es el primer día de vacaciones y hace mucho calor, aunque es común acá en Bahía Blanca, es un calor que solo se siente en verano.
Mi primera acción es abrir los ojos, al fin despierto, y no puedo evitar notar un mal estar en mi. Me quedo mirando el techo solo por unos minutos, pensando en nada, solo miro al techo sin ninguna razón.
Cuando al fin reacciono, me doy cuenta de que me encuentro sudada, como todas las mañanas luego de despertarme de ese sueño. ¿Sera que es él el culpable de cómo me siento?, ¿Sera él el causante de mi cansancio, agotamiento y  fatiga? La verdad no me preocupa demasiado, es tan solo un sueño, ¿o no?.
 Mientras pienso, siento en el ambiente esa brisa tibia y húmeda recorrer mi rostro, y me doy cuenta de que hoy será otro día caluroso. Inmediatamente encuentro una razón lógica para la situación en la que estaba, ese mal estar que sentía se debía a la temperatura del lugar, a ese calor insoportable, que solo se vive en verano, no creo que un estúpido sueño tenga algo que ver, o quizás eso es lo que me quiero hacer creer…
 Me gusta el calor, pero cuando llega a temperaturas extremas, se torna un poco molesto, un poco insoportable.
Luego del segundo intento fallido para sentarme en la cama, me estiro varias veces, y al fin decido levantarme.
Miro la hora, son las 10:05 am. Me siento al borde de la cama, me pongo las pantuflas de garras que mi papá me regaló, y me levanto. Voy hacia la ventana para abrirla y noto el hermoso día que hace, el sol me da justo en la cara, miro hacia afuera con los ojos entre cerrados, se puede ver el cielo despejado y el sol radiante; se puede ver, un día perfecto.
Luego de cepillarme los dientes, voy aún con mi ropa de dormir hacia el comedor, sin ninguna preocupación de quien pueda verme en ese estado, desaliñada y recién levantada, porque no se encontraba nadie en mi casa.
Me preparo la leche, me siento a desayunar, y rápidamente me pongo los auriculares. Me siento bien, me siento relajada, escuchando mi música, sin que nadie me este diciendo que hacer.
 Hoy es la primera vez que paso la noche sola en mi casa, mis papás se fueron a San Francisco, y vuelven en una semana.
   Lo primero que se me cruza por la cabeza es llamar a mi mejor amiga Anahí. La conozco desde primer grado y vivie en frente de mi casa, vamos a todos lados juntas, es como mi hermana, somos inseparables. Anahí tiene un hermoso pelo rubio y unos ojos iguales a los míos, nada más que los de ella son mas azules, y los míos mas verdes.
 Marco el número ya que me lo sé de memoria.
- ¿Hola?
- Hey, soy Emma me acabo de levantar, vení en una hora porque me tengo que terminar de cambiar- no puedo evitar notar mi vos ronca de recién levantada- además me parece que voy a tomar un baño, este calor me está matando-
   Cuando cuelgo el teléfono, no pasaron ni diez minutos que termine de hablar con Anahí, y ya está tocándome la puerta.
- Menos mal que te dije que vengas en una hora! Siempre haces lo que quieres - me rio- estaba a  punto de meterme al baño-
- Jajá, es que no aguanté- me dice eso mientras mandaba mensajes de su celular-
Nos dirigimos a mi cuarto, Anahí se acuesta en mi cama toda desordenada, no deja de mandar mensajes, y eso me irrita.
-¿Con quién te mandas mensajes?- le pregunto con una voz algo molesta-
-Con nadie importante- me mira con cara misteriosa.
No le digo nada y voy directo al lado de la ventana, donde se encuentra mi computadora y la prendo.
-Podes usarla mientras me baño, así no te aburrís- la miro fijamente- aunque creo que ya estas entretenida- mi voz suena con un poco de sarcasmo- Entro a bañarme y pienso en mi cumpleaños. No puedo creer que al fin cumplo 18, es el 15 de Enero, faltan tan solo 5 días.
Mientras me bañaba pensaba en que podría hacer para festejarlo, una fiesta ya está muy vista, y la única idea que recorre mi mente estos últimos días es de ir a Bariloche, voy todas las vacaciones, es un lugar muy relajante para mi.
Salgo de la ducha, me coloco mi bata y me dirijo a  mi cuarto. Anahí se encuentra en la computadora, concentrada en lo que está haciendo, y ni siquiera nota que yo ya me he terminado de bañar.
-No mires que me voy a cambiar.
-No, no, quedate tranquila-
-Me molesta que estés tan ocupada mandando mensajes y estar en tu mundo, sin contarme nada- la miro esperando una respuesta. Me siento algo mal, ya que noto que me oculta algo.
-Confía en mí- fue su única respuesta.
No sé porque me sentí algo aliviada, creo que fue por el tono sincero que tenía su voz, no lo sé, ya no me preocupaba.
Me dirijo hacia el ropero, escojo un short de jean claro con algunas delicadas rajaduras que fueron hechas a propósito, me ato una camisa a la cintura y me pongo una musculosa negra. Busco mis zapatillas vans azules y negras, y me las pongo. Me dirijo al espejo, y trato de desenredar mi pelo castaño, luego me lo muevo de forma que me quede levantado, y no tan pegado a la cara.
Me maquillo, me pongo perfume, y ya estoy lista para empezar el día.
-Emma, tengo que decirte algo- su voz sonaba algo entusiasmada.
-¿Qué pasa?.
-Me estuve mandando mensajes con los chicos, porque estuvimos arreglando algo sorpresa para tu cumpleaños- me mira con una sonrisa en la cara.
-Y si era sorpresa ¿Por qué me lo decís ahora?- la miro intrigada.
-Porque no va a ser una fiesta sorpresa, ni nada por el estilo- sale de la computadora y se sienta en mi cama, y me sigue explicando- estuvimos organizando un viaje, para festejar tu cumpleaños y de paso pasamos unos días de vacaciones fuera de esta ciudad.- sonríe.
-ME ENCANTA- siento una felicidad inmensa- ¿a dónde vamos?- me atrevo a preguntar.
-Estuvimos pensando en Bariloche, siempre vas allí, y sé que te gusta mucho ir.
-Si, la verdad que es un lugar que me despeja demasiado- termino de decir esas palabras y pienso, me sentía algo confundida, es raro, porque yo había pensado en ir allí, a Bariloche, no se por qué.
-¿En dónde vamos a parar?
-Ya está todo arreglado, el novio de mi mama tiene una casa allí, y se ofreció a prestárnosla hasta el 15, son solo 5 días.
-Me encanta la idea- sonrío y la abrazo.

 Con Anah estamos ordenando la casa, no hay mucho que ordenar, más que nada solo acomodamos un par de cosas, ya que en un rato vienen nuestros amigos.
 Salimos a comprar la comida y las bebidas, estamos re entusiasmadas, ya que es la primera vez que aremos un viaje como éste.

 Como mañana tenemos que salir a primera hora, mis amigos se quedan a dormir en mi casa ya con las valijas preparadas y todo para no perder tiempo.
  Con Anah comenzamos a armar las valijas, metimos de todo, parece que nos vamos a mudar por todo lo que llevamos, siempre fuimos así, o por lo menos yo, siempre llevo demasiadas cosas para un viaje de apenas unos días.
   Luego de que terminamos de preparar nuestras cosas, decidimos meternos en la pileta.

  Ya son las 19:30hs, con Anahí nos sentamos en el sofá a mirar un rato de televisión mientras esperamos a los chicos.
   Cuando se cumplen las 20:00hs, empiezan a llegar las chicas, Jael y Mar.
-Y los chicos, ¿Cuándo llegan?-se apresura a preguntar Mar.
-¿Los chicos? ¿O eric?- dice Jael riéndose.
- En realidad preguntaba por Nico- hace una pausa, y antes de que Jael conteste dice: - No me mires así Jae, era un chiste, todas sabemos que Nicolas es tuyo.
-Mejor que lo tengas claro- dice Jael con cara seria, y luego se ríe.
-Bueno- digo yo- todavía no hemos salido y ya se están peleando- hecho una carcajada.
   Son las 20:10 y llegan los chicos en la camioneta de Lucas, menos Franco que vive al lado de mi casa.
-Dios!, que buena que esta la camioneta de Lucas- dice Anahí mirando por la ventana. –Se la regalaron hace dos semanas cuando cumplió los 19.
-Que bueno esta Lucas, querrás decir- le digo.
- Es mío, te informo- me contesta con vos peleadora.
-Ya sé, te lo digo apropósito- le contesto riéndome.
Antes de que entren a la casa corro a poner buena música, y abro la puerta.
-Hola chicas- dicen los cuatro a la vez.

Ya son las 23:30hs, es la noche perfecta, y la estamos pasando muy bien, todos estamos en el patio charlando, y escuchando música.
- Tenemos una idea-  dice Eric con voz de excitación, y luego mira a Nico,  Lucas  y Franco.
- ¿Qué idea? – pregunto intrigada.
-Una idea que estuvimos organizando nosotros cuatro- dice Franco mirándome fijamente.
-¿A si?- y ¿de qué se trata esa idea?- pregunta Anahí.
-Cuando lleguemos a Bariloche les decimos, queremos mostrarles un lugar- contesta Nico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario