Me encuentro en ella y empiezo a recorrerla.
Siento que hay cosas que me pertenecen, pero no recuerdo haberlas tenido nunca.
Sigo buscando, el problema es que no se que busco.
¿Qué hago acá?, me hago esa pregunta que tiene una respuesta que nunca descubro.
Llego a una puerta que se encuentra abierta, no me atrevo a cruzarla, porque hay algo que me aterra, pero siento que detrás de ella está la respuesta.
Sigo caminando hasta llegar a un cuarto muy bonito, donde siempre me espera una niña llamada Ann según el tallado de su vestido. Tiene un pelo castaño claro y unos ojos grises que reflejan miedo y tristeza.
Escucho pasos que se aproximan, Ann empieza a llorar, y yo siempre despierto.
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