lunes, 2 de enero de 2012

Dedicación

Esta novela se la dedico a una de mis mejores amigas, que la amo con todo mi corazon, sos mi vida Sofia

Capitulo 11

Despierto sobresaltada, mi corazón late a mil, tengo sed, estoy transpirada, necesito tomar aire. Mientras bajo las escaleras, no puedo dejar de pensar en todo lo que descubrí, en todo lo que sé, en todo lo voy a tener que pasar hoy.
Son las 9:30hs, tengo que ser discreta, me tengo que preparar para entrar en la habitación justo a la hora exacta, que es exactamente a las 00:30hs.
Termino de bajar las escaleras, y todos están preparando sándwiches.
-¿A dónde vamos?- pregunto intrigada.
-Hoy es el ultimo día que nos quedamos, mañana a la mañana tenemos que volver- me dice Franco mientras guarda las gaseosas- hoy es un día hermoso para ir al lago.
Noto que todos saludan a Margaret, muy cariñosamente, agradeciéndole todo, es como un saludo  de despedida, esos que se le dan a los padres o amigos cuando te vas de viaje por un tiempo, no lo sé quizás me pareció, sinceramente no me interesa, tengo otras preocupaciones en mente. Me subo al auto junto con los chicos, y nos vamos.
Estamos en pleno bosque, observando el hermoso paisaje, todo es tan tranquilo...
Al llegar, noto que están cargadas las valijas.
-¿Por qué están cargadas las valijas?- pregunto con cara de desconcierto.
-Nos quedaremos a pasar la noche, traje las carpas, hoy va a ser una noche hermosa- me dice Lucas mientras saca las dos carpas- luego a la mañana nos iremos para Bahía.
Mi cara se transformo, no podía  pasar la noche allí, tenía que volver a la casa a media noche.
Tenía que ingeniar algo, algo para volver, y de pronto se me ocurrió algo.
-¡Me olvide el celular!-grito
-Uh… bueno-creo que tendremos que volver-dice Franco
-No, no. No quiero arruinarles la tarde- les digo- cuando este oscureciendo iré a buscarlo con el auto, y luego vuelvo.
-Esta bien, pero lleva el mapa, y mi celular por cualquier cosa, así nos llamas si te llegas a perder en algún lado- me dice Lucas mientras me alcanza su celular y el mapa.

Está oscureciendo, todos están alrededor de la fogata. Me levanto.
-Ya me voy- les digo a todos- eh pensado en pasar la noche haya, porque cuando vuelva va a estar muy oscuro-
-Pero yo te acompaño- dice Anahí
-Si, obvio- dice Franco- si queres yo voy con vos.
-No, gracias, quédense acá, enserio, la están pasando bien- agrego- Además, yo vengo acá desde hace años, no me estoy perdiendo nada, disfrútenlo ustedes.
-Está bien, como quieras, de todas formas sos la cumpleañera, te tenemos que dar el gusto- dice Franco y luego rie.
Sin nada más que decir, emprendo el viaje hasta la casa, mi vieja casa.
Ya son las 00:00hs, estoy en la camioneta esperando hace horas, me fume un atado de veinte, estoy muy ansiosa, siento como un calor recorre mi cuello y mi corazón comienza a latir con mayor velocidad, siento la adrenalina recorrer todo mi cuerpo.
Junto fuerzas, tomo aire, y bajo, decidida, con la llave en la mano. Faltan tan solo 15 minutos, Margaret yacía allí, en el patio, sentada mirándome fijamente.
-Sabía que volverías-noto su sonrisa diabólica, malvada y agobiante.
-Hola “mamá”- en mi voz se notaba que lo dije con total sarcasmo.
Se para bruscamente, viene directo hacia mí, cuando está a unos pocos metros la esquivo, pero hago un mal movimiento y tropiezo. Me agarra de los pelos y comienza a arrastrarme hacia la pileta. Estoy boca abajo al borde del agua. Siento un golpe en la cabeza, y me desmayo por unos pocos segundos, me encuentro en el agua, Margaret intenta ahogarme, no puedo respirar, estoy tragando mucha agua, cuando siento que me estoy quedando sin fuerzas, hago un movimiento brusco, y golpeo con mi cabeza a Margaret, logro zafarme y ella cae  golpeándose nuevamente la cabeza con el borde de la pileta, logro salir del agua, y voy directo hacia mi antigua habitación.
La abro, todo se ilumina, siento como mi cuerpo se absorbe, me desvanezco y caigo.

Me levanto, ya es de día, miro el reloj de la cocina y veo que son las 6:00hs, el sol comienza a salir, salgo a fuera, y siento una leve brisa recorrer mi rostro, el aire es tan puro… me siento como nueva.
Paso por al lado de la pileta, observo el cuerpo sin vida de Margaret, de esa mujer que algún día me amó, esa mujer que algún día fue mi madre. La miro detenidamente, pensando cómo pudo cambiar la personalidad de alguien tan repentinamente… ¿Será que el día que Ann murió, sintió tanto dolor que se descoloco de si, y renació una nueva personalidad? Yo creo que sí, es increíble la capacidad de la mente humana, te lleva a hacer cosas que te creías incapaz.
 Subo a la camioneta, con un cigarrillo en la mano,  con la ventanilla abierta y dejando que el aire me vuele el pelo hacia atrás.
Les mando un mensaje a los chicos, y les digo que me esperen que ya llegaba a buscarlos.
Ya llegue a mi cuidad, al fin, siento un alivio dentro mío, me cambio totalmente la perspectiva, veo la vida de otra forma, con positividad.
Hoy llegan mis padres a casa, e
stoy en el patio esperando su llegada, se me cruza por la cabeza la idea de contarles todo lo sucedido, pero sé que sería imposible creerlo, se que no me creerían, y me tratarían de loca… creo que será un secreto que me llevare a la tumba.
Llegan mis padres, y junto a ellos una noticia; mi
mamá está embarazada de una niña, le pregunto cual sería su nombre, y mi madre sin saber nada, sin pensarlo, sin dudarlo, me contesta, “Ann”.


Capitulo 10

Hace muchos años que ese libro se encontraba allí, en esa casa; pero no sé cuantos años exactamente se mantuvo oculto en ese lugar. Margaret, Ann y yo, nos mudamos en esa casa luego de la muerte de mi padre, queríamos empezar una vida nueva.
Pasaron los años, y desde aquel día que había encontrado el libro, nunca deje de estudiarlo, lo leía todas las noches, me interesaba bastante, habían historias reales, sucesos increíbles, hechos mágicos, pero terribles.
Ya lo recuerdo absolutamente todo, ahora entiendo mejor las cosas, ahora todo comienza a tener sentido.

En el séptimo cumpleaños de Ann, Margaret, mi madre, me pide que cuide a mi hermana Ann por un momento ya que iría a buscar su regalo de cumpleaños. Me coloco mis auriculares y comienzo a escuchar música; me concentre tanto en lo que estaba escuchando que no me di cuenta de que Ann cae en la pileta. Quizás fue un presentimiento, la verdad no lo sé, pero por alguna razón me di vuelta, y note lo que estaba sucediendo, me tiro en la pileta, y veo como Ann se hunde poco a poco, y observo como su cuerpo va quedando sin vida, me sumerjo todo lo que puedo y logro agarrarla, desesperada, la saco y quedo abrasándola arrodillada en el borde de la pileta.
 Cuando Margaret llega comienza a gritar, me empuja bruscamente, y  abraza a su hija muerta, yo comienzo a llorar, me sentía culpable, como pude haber sido tan irresponsable.
Cada vez noto el cambio en la personalidad de Margaret, cambio totalmente, creo que se debe al shock, se convirtió en una persona amenazadora, me gritaba insultos, me hizo sentir la peor persona, empiezo a asustarme, de los insultos pasaron a amenazas, en su voz se notaba que en realidad quería hacerme daño, creo que olvido que yo soy su hija también. No me queda otra cosa que hacer, el miedo me inunda el cuerpo, y  comienzo a correr hacia el interior de la casa, entro a mi cuarto, como yo había estudiado y tenía  conocimiento de magia negra, gracias al libro que había encontrado el primer día que me mude a esa casa, logro trasladar mi alma, porque era tal la desesperación que no tuve otra opción.
Al hacer ese pasaje, mi alma vuelve a nacer en el cuerpo de un bebe recién nacido.
Luego de que Margaret entra al cuarto, me encuentra a mi, en un rincón, sin vida, y con el libro en la mano. Lee el libro, y durante 18 años, estuvo esperando para vengarse contra su hija, osea yo. Descubrió que el libro contaba un caso llamado
“The twins”, los gemelos; ese caso contaba la historia  de dos hermanos gemelos que tenían conocimiento de los conjuros y hechizos que posee el misterioso libro; uno murió a causa de un accidente muy trágico por culpa de su hermano, éste se sentía muy culpable, no podía soportar la idea de que la muerte de su único hermano haya sido por culpa de él, aunque haya sido un accidente lo que sucedió, no podía soportarlo, por eso él sacrifico su vida  porque era la única forma de devolverle la vida a su hermano, sacrificando su vida y diciendo las palabras exactas, logra que el alma de su gemelo, pasara a su cuerpo y que  su hermano vuelva a la vida pero en el cuerpo del otro, es decir, que el alma del gemelo que había muerto, pasa al cuerpo del otro hermano; pero esto fue intencional, esto fue porque el hermano quiso devolverle la vida sacrificando la de el mismo. En este caso, Margaret espero 18 años porque savia según el libro, ese pasaje también se podría hacer  cuando yo cumpliera 18 años,  la edad que tenía cuando ocurrió lo sucedido, ella sabía que volvería al lugar, ya que en el libro decía que mi alma iba a volver inconscientemente al lugar del hecho. Ahí comprendí todo, fui yo la que los llevo a todos a esa casa, inconscientemente le indique a Lucas un camino que no era el que yo creía que le estaba indicando, fui yo la que hiso que nos perdiéramos a causa de decirle el camino incorrecto, inconscientemente le indique el camino que nos llevaría directamente a esa casa. De esta forma mi alma podrá sellase en mi cuerpo nuevo para siempre, pero solo se puede hacer si  logro volver al lugar exacto donde hice el pasaje de mi alma. Ese lugar era mi habitación, ese lugar era detrás de la puerta que antes tanto me atemorizaba.
Margaret quiere impedir que yo entre en esa habitación, porque si no su plan de matarme, y hacer que el alma de Ann pase a mi cuerpo, fracasaría, porque si yo logro entrar a ese cuarto, mi alma se sellaría y seguiría con mi vida actual.
El pasaje fue exactamente a las 12:30hs. Según el libro después de volver al lugar luego de que pasen la cantidad de años que tenía en ese momento, tengo que esperar 12horas para sellar mi alma, si no mi cuerpo se desvanecería, quedando en el suelo, solo y sin vida.
 Margaret sabe que la única forma de poder pasar el alma de Ann a mi cuerpo, es de que yo muriera de la misma forma y lugar que Ann, ahogada.


Capitulo 9

Estoy acostada, noto las sabanas suaves, estoy muy relajada mirando el techo, me duermo poco a poco, y al fin lo logro.
Escucho un ruido, pero no me atrevo a abrir los ojos, tengo miedo, sé que estoy soñando, pero aún así me da miedo. Junto fuerzas y me decido, despierto en el sueño.
Me encuentro parada en frente de esa puerta, noto que en mi mano tengo agarrada la llave que la abre, algo me impulsa a querer abrirla, siento la necesidad, creo que es el momento, la abro.
Es un simple cuarto, digo simple porque es un cuarto de adolecente normal, cuanto más lo miro, mas me doy cuenta de que todo lo de ahí me pertenece, esas cosas son mías, ese espejo, esa cama, ese escritorio, todo, o quizás  lo fueron en su momento; se torna todo más familiar. Me siento en la cama, y observo detenidamente todo a mi alrededor, siento algo debajo de las sabanas, me corro, y note que me había sentado sobre un libro. Abro el libro y comienzo a ojearlo, comienza a dolerme la cabeza, es un libro de sortilegios.
-¿Hechizos?- pienso en voz alta- que cosa más patética.
Ese libro es sobre encantamientos, brujería, y magia negra.
Todo se vuelve oscuro, nubloso, algo pasa, no entiendo nada, todo me da vueltas, se me cruzan imágenes, hechos, recuerdos, estoy comenzando a ver con más claridad, pero se me dificulta captar las imágenes con precisión.
Me encuentro soñando dentro del sueño, estoy recorriendo la casa, Ann esta allí, agarrándome la mano, pareciera una niña inocente, su mirada es alegre, nada le teme, no es esa Ann que yo conocí. Empiezo a comprender todo, es un recuerdo, este sueño dentro del sueño, es un simple recuerdo.
-¿Por qué nos mudamos aquí?- pregunta Ann. No se que contestarle, porque la verdad es que no se la razón. Intento cambiar de conversación, y le digo lo primero que se me cruza por la cabeza, y que creo que es acorde a la situación:
-¿Qué te parece si elegimos nuestros cuartos?. Me mira y asiente con la cabeza, noto la enorme sonrisa en su rostro, la veo feliz.
-Este cuarto es perfecto para vos- me dice Ann señalándolo. Lo miro, y si, esa puerta misteriosa, es la puerta que da a mi supuesta habitación. Todavía no logro entender lo que sucede. Pero entro, y está vacía, como era de esperar, solo hay un par de muebles viejos, abro un cajón y ahí descubro nuevamente el libro.
Otra vez comienza a verse todo nublado, comienza a cambiar todo a mi alrededor. Todavía sigo en la misma habitación, pero con la diferencia de que esta toda decorada, poco a poco va cambiando su imagen, es como si yo ya llevara un tiempo viviendo allí.
Vuelvo a ojear el libro, y un titulo en particular me llama la atención, “Reincarnation”, es decir, reencarnación.
Comienzo a recordar, escucho voces, me tiro al piso arrodillada, tapándome los oídos, escucho una voz familiar:
-Emma, presta atención.- era Ann- por favor, recuerda.
Al fin todo comienza a tener sentido para mi, al fin comienzo a recordar todo, al fin entiendo el motivo por el que fui impulsada a venir aquí.


Capitulo 8


Me siento en la mesa junto con los chicos, todos están hablando de temas diferentes.
-Miren lo que encontré- Dice Nico sacando algo del bolsillo.
-¿Eso es un mapa?- le pregunto.
-Si, si, lo encontré en el cajón de mi cuarto.
-¡Genial! Entonces con él podremos saber como volver.
-Si, hay varios caminos por donde podríamos ir- lo dice mientras observa atentamente el mapa.
Se me ocurre una idea:
-¿Qué les parece si Lucas, y alguno que quiera acompañarlo, van  a la ciudad a comprar algunas cosas y de paso llevan a Margaret para que salga de este lugar?- no puedo evitar notar la cara de Margaret, con su mirada dice que me calle, pero la ignoro- digo, ya que hace muchos años que no ve otras personas, creo que le aria bien despejarse un poco.
-Me parece una idea estupenda- comenta Franco.
-Si, además, tenemos que comprar un par de cosas para comer-dice Lucas mirando a Margaret- No es que no me gusta su comida, es solo que se me antoja comer algo nuevo.
-Si, y nosotras queremos recorrer un poco- dice Mar mirando a Jael.
Margaret no tiene otra opción que aceptar, sé que no quiere ir, pero sería algo sospechoso si rechazara esta propuesta.
Van todos menos Anahí y yo, ya que puse la escusa de que alguien tendría que cuidar la casa en su ausencia.
Son las 16:00hs y Anahí esta en el patio tomando sol, y escuchando música con mis auriculares. Cuando veo alejarse a la camioneta, corro enseguida a la habitación de Margaret. Abro la puerta y voy directo a donde se encontraba la misteriosa caja que contenía una llave muy particular. La abro, y allí estaba, el vacio mismo… La llave no se encontraba.
Salgo de la habitación, pienso en donde podría estar, sentía impotencia, impotencia de estar en la situación perfecta para averiguar que secreto había de tras de esa puerta, y a causa de una llave, todo ese plan había fracasado.

Salgo al patio, Anah estaba metida en la pileta, yo me acosté en el borde de la misma, miraba al cielo despejado, sintiendo el aroma a verano, intentaba relajarme, pero era imposible, necesitaba saber donde estaba esa llave; pensaba “quizás se la llevo con ella”, y ese pensamiento deterioraba todas mis esperanzas.
-¡Emma! – al escuchar mi nombre, hace que todo lo que estaba pensando se desvanezca.
-¿Qué pasa Anah?
-Mira lo que encontré.
No lo podía creer, sinceramente, no lo podía creer, era la llave, Anahí la encontró en el fondo de la pileta; yo pensaba, ¿a caso habrá sido Ann que la coloco ahí en el momento justo para que Anah la encontrara?, la verdad ese no era mi mayor preocupación, solo quería abrir esa puerta y descubrirlo todo.
-Dámela- le ordeno a Anahí- que la llevo a dentro así luego se la doy a Margaret.
Anah me da la llave, y disimuladamente, con mi cara de póker, sin levantar la menor sospecha de que algo tramaba, entro a la casa, subo rápidamente las escaleras, me paro enfrente de la puerta y me quedo allí, pensando, si abrirla o no.
Estoy a punto de colocar la llave en la cerradura cuando una voz me interrumpe.
-Ten paciencia.
Me doy vuelta bruscamente y la veo a Ann
-Necesito saber que hay- le digo- este misterio me está torturando.
-Lo sé, pero todo a su debido tiempo- se me acerca a mi lado, me agarra la mano y dice- Yo deje la llave en la pileta para que vos la encuentres, porque mi mama, Margaret- en su voz se nota algo de desprecio- la había dejado en un lugar que jamás encontrarías.
-Pero no entiendo, ¿Por qué no puedo abrirá ahora?
-Confía en mí. -Y luego desaparece.
No entiendo, toda esta situación me está matando. Guardo la llave en mi bolsillo y vuelvo al patio, decepcionada, angustiada. No puedo creer que estuve a centímetros de saber todo, pero por alguna razón, debo esperar, ¿Esperar cuanto?. Quizás de alguna forma me daré cuenta de cuando podre abrir esa puerta.

Llegan los chicos en la camioneta, miro la hora, y veo que son las 18:00hs. Observo cuando Margaret se baja del auto, me mira con esa mirada penetrante que tanto la caracteriza, y yo se la devuelvo.

Estamos sentados en el patio observando la hermosa noche, el aire es cálido y refrescante. No puedo dejar de pensar que en 2 horas es mi cumpleaños ya que son las 22:00 del día 14.
Los chicos me confesaron de que cuando fueron a la ciudad, aprovecharon y compraron muchas cosas para celebrar mi cumpleaños hoy a la noche luego de las 00:00hs. Estoy muy ansiosa.
Los chicos comenzaron a cocinar un asado en la parrilla del patio, mientras nosotras nos bañábamos en la pileta. Tengo la mente despejada, por un momento me olvide de todo, la estoy pasando muy bien, escuchamos buena música y disfrutamos el momento.
-Ya está la comida- gritan los chicos.
Salimos con las chicas de la pileta y vamos directo a la mesa que pusieron en el patio.
Cuando terminamos de comer traen el postre, una torta, y me cantan el feliz cumpleaños.
Al final decidimos meternos todos juntos a la pileta, todos menos Margaret, que está sentada en una reposera observándonos fingiendo estar disfrutando del momento, nadie lo nota, pero yo me doy cuenta de la falsedad en su rostro.
Cuando termina el festejo, cada uno se dirige a su cuarto a descansar.

Capitulo 7

Despierto, escucho que susurran, todos están a mi alrededor, preocupados, lo noto por sus caras. Quisiera entender por qué me pasa todo esto, este lugar tiene algo que ver conmigo, pero no logro descifrar el vinculo que tengo con esta casa. Me encuentro en la casa recostada, Anahí esta a mi lado agarrándome la mano, me paro bruscamente, pero mis piernas están muy débiles y vuelvo a caer.
-Deberíamos  ir a la ciudad y llevarla al hospital, ¿no les parece?- dice Mar mirando a todos.
-Creo que Mar tiene razón- agrega Jael que me mira muy preocupada- porque nunca se desmaya, y ahora le pasa eso muy seguido.
-Está comenzando a preocuparme continúa Anahí que sigue agarrándome de la mano-Creo que no podremos quedarnos más- lo dice y luego mira a Margaret.
Noto como su cara se transforma y la mira con cara amenazadora y malvada, pero pronto esa cara se desvanece.
-Me parece que es lo mejor, buscaremos nuestras cosas y nos iremos- dice Franco
   Al escuchar eso por un lado me alegro, pero por otro no, todo es muy raro siento que si me voy corro peligro, y si me quedo también, todo es muy confuso.
   Pero enseguida hago lo que siento que es mejor y agrego:
-No, estoy bien, no hace falta que nos vallamos- me siento al borde de la cama- todos tuvimos un día en el que no nos sentíamos bien, y hoy, es ese mi día- pongo una sonrisa forzada y agrego- es mas ya me siento mejor- mentí-
 -Bueno, pero cuando quieras irte, nos vamos.
Luego de lo que paso, salimos a fuera para aprovechar lo que queda del día.

Ya está oscureciendo, todos estamos dentro de la casa, tibios por la calefacción, esta es una noche fría, yo me encuentro mirando a través de la ventana, y noto como se empaña el vidrio cuando respiro cera de él. Observo desde donde estoy, esa pileta que me causa temor, siento como el calor de mi cuerpo se va yendo y comienzo a tener frio.
De nuevo comienzan los mareos, pero no quiero llamar la atención, se suponía que este viaje era algo positivo para todos, y siento que con esto lo estoy arruinando todo.
No pienso más y digo:
-Me parece que voy a recostarme, estoy muy cansada.
-¿Querés que te acompañe?- pregunta Franco algo preocupado.
-No gracias, estoy bien- mi voz se nota algo cansada. Miro una última vez por la ventana, y me retiro a mi cuarto.
Cuando llego, me meto en la cama e intento dormir, cierro los ojos, y comienzo a sentir frio, los abro, y veo el cuarto totalmente diferente, con otra tonalidad y decoración, y ahí comprendí, de que me había dormido.
Escucho pasos, se abre la puerta y veo a Ann, lo primero que hago es levantarme, e ir a abrazarla.
-¡No hay tiempo!- dice sobresaltada-Tengo que mostrarte un lugar.
-¿Qué lugar?- pregunto intrigada e inquieta.
-seguime.
Hago lo que me ordenó, la sigo, y me conduce hacia esa puerta tan tenebrosa, la miro y me da mucho terror, pero a la vez siento que debo entrar.
-¡Decime que la recordas!- dice Ann ansiosa
-¿ ¡Recordar que! ?- le pregunto confundida
-¡La puerta!- la mira y luego me mira fijamente- lo que paso ahí dentro.
La miro y le digo:
-No entiendo, ¿Qué tiene que ver esta puerta conmigo?
-Tu vida depende de lo que está de tras de ella.
-¿Mi vida?- esto es muy confuso, permanezco mirando la puerta como hipnotizada.
-No puedo decirte más que eso, te tenes que acordar vos misma- me dice mirando la puerta como pensativa, y luego me mira y agrega- la llave esta en el cuarto de Margaret.
-¿En qué parte?- giro la cabeza para mirarla y esperar su respuesta, pero Ann, ya había desaparecido.
C
uando despierto, miro la hora y veo que son las 9:00am, Margaret me toca la puerta y me dice:
-El desayuno está servido.
-Gracias, ahí bajo.
Escucho los pasos de Margaret bajar las escaleras, no pierdo tiempo y decido ir a su cuarto para buscar la misteriosa llave. Entro a la habitación, hay muchos muebles, creo que va a ser muy difícil hallarla, pero cuando me doy vuelta, veo una caja pequeña de madera, tallada muy delicadamente, me llama la atención debido al tallado que tiene en la superficie; en la tapa esta tallada una cerradura, y no dude mas, la abrí y ahí había una llave, cuando voy a agarrarla, escucho pasos que se aproximan, salgo rápido del cuarto dejando todo en su lugar y me cruzo a Margaret.
-Justo iba a buscarte- me dice-tu café se enfría.

Comienzo a bajar las escaleras junto con Margaret, ella no deja de tener esa mirada aterradora que adoptó su cara, parecía otra persona, de la mujer amable que un día conocí, no quedaba nada, es como si nunca hubiera existido. Me pongo incomoda y me comienzan a sudar las manos.
-¿Qué sucede Emma?- pregunta Margaret sin quitarme la mirada de encima.
-Nada, es solo que no dormí muy bien anoche
Cuando faltaban 5 escalones para llegar al suelo, Margaret me dice con una sonrisa forzada:
-Mañana es tu cumpleaños.
Me llama la atención, jamás le dije cuando era mi cumpleaños, y con los chicos no tocamos el tema ya que estuvimos ocupados con  otras preocupaciones. Seguro que alguno de los chicos hizo el comentario, pero como últimamente no estuve enfocada en la realidad, creo que si tocaron el tema, seguramente no estaba prestando atención.
-Buen día- digo con una sonrisa y con buena disposición- hoy me siento mucho mejor, creo que esos días de  debilitamiento terminaron-digo esto mientras miro a Margaret de una forma despectiva- ya estoy más fuerte. No sé porque dije eso, es raro, pero lo dije, y la verdad es que es cierto; ya no me siento cansada, y me siento con mucha más energía.
Estoy dispuesta a descubrir todo lo que pasa en esta casa, y el misterio que la acompaña.


Capitulo 6


Ya terminamos de almorzar, y como el día está demasiado lindo, decidimos meternos en la pileta.
Cuando me acerco  a ella, me agarra una sensación de angustia, y no sé por qué.
-Dale Emma! metete de una buena vez- me dice Franco
-Mmm, no sé, no hace mucho calor…- le digo eso, aunque el día sea perfecto para tirarme en la pileta, simplemente no quiero porque me da una fea sensación.
De repente siento que me agarran, es Lucas, me alza y me tira en la pileta.
Cuando caigo veo a Ann en el fondo de la pileta, es como si tratara de salir, parece que se está ahogando, trato de agarrarla pero no puedo, veo como muere, otra vez.
Salgo a la superficie llorando, pero no se nota porque mi cara esta mojada por el agua de la pileta, y trato de disimularlo. Fue horrible, sentí que era la segunda vez que la veía morir, ¿Cómo es posible eso?¿Como es posible todo esto? Seguramente se preguntaran porque sigo aquí, porque no me voy, si yo tengo la autoridad, este viaje es principalmente por mí.
 Mi actitud con respecto a lo que me está pasando en estos momentos no es la que cualquier persona tendría, cualquiera en mi lugar, huiría, y se alejaría… ¿Sera que soy diferente? Siempre fui una persona valiente, siempre tuve la actitud de enfrentar las cosas, y en este momento siento que huir de acá sería la peor decisión, siempre fui una persona que sigue sus instintos, y no la razón.
-¿Y? ¿Qué te parece la pileta?- me pregunta Nico
-Esta bien- le respondo, aunque siento una angustia terrible.
-No nos pudo haber tocado un día mejor- comenta Anahí.
-Si es cierto- dice Eric
-Emma, ¿te pasa algo? – me pregunta Jael.
-No, no, ¿por qué?- le respondo.
-Y porque tenes una cara…
-Es que no me estado sintiendo muy bien últimamente- le digo- aparte no dormí bien.
-Relajate, y disfruta de estos días, no te preocupes- me dice Jael tratando de levantarme el ánimo.
  Tiene razón, tengo que tratar de pensar en otra cosa, enseguida pongo una sonrisa y me uno al juego acuático que están practicando los chicos.
-Al fin reaccionó nuestra amiga! – dice Mar con voz burlona.
Todos comienzan a reír,  estoy comenzando a disfrutarlo, solo tengo que mantener la mente despejada.

Al fin salimos de la pileta, hago tres pasos y enseguida  comienzo a marearme, todo me da vueltas, se me cruzan muchas imágenes por la cabeza, pierdo el control, ya no sé que es real y que no, todo a mí alrededor cambia, y me doy cuenta de que quede sola.
  Me doy cuenta de que ya no estoy en el mundo real, es como si hubiera viajado en el tiempo, es como si estuviera teniendo un sueño, nada es claro. Me encuentro mojada, angustiada, tengo miedo, no sé qué hacer, no entiendo nada.
   No hay nadie, solo yo, en ese inmenso jardín que se me hace tan familiar, todo es silencio; hasta que escucho gritos, es Margaret, giro y me veo a mi misma, toda mojada al lado de la pileta, llorando. Veo a Margaret correr hacia donde mi otro yo se encontraba. A mi no pueden verme, es como que yo puedo ver todo lo que está ocurriendo sin que ellas sientan mi presencia.
  Cuando todo comienza a hacerse cada vez más claro, veo que mi otro yo esta de rodillas sosteniendo a Ann que también estaba mojada al igual que yo, pero con la diferencia de que su cuerpo estaba sin vida.
  Me desespero, cada vez parece que lo estoy viviendo, esa especie de sueño se torna cada vez más real.

  Cuando Margaret llega hasta donde yo me encontraba con Ann, se altera, pasó de ser esa mujer amable y dulce, a un ser detestable. Comienza a gritarme, y se pone cada vez más violenta.
  Me veo que corro, la imagen de mí corre hacia donde yo me encuentro mirando, me paralizo y mi otro yo pasa a través de mi y se evapora; ahora me doy cuenta de que Margaret me ve, es como si ese yo se metió en mi cuerpo y ahora corro peligro, ahora soy la protagonista, porque  los roles cambiaron, debido a que mi otro yo desapareció, y ahora a la que persiguen es a mi yo verdadero.
   Comienzo a correr porque  Margaret comenzó a seguirme. Entro a la casa y busco un lugar seguro donde pueda esconderme, voy derecho a la puerta prohibida, esa puerta secreta, la abro al fin, todo se vuelve oscuro.

Capitulo 5



Son las 3 de la mañana, no consigo dormir, se me cruzan muchas cosas por la cabeza.
 Decido buscar el cuarto de Anahí y quedarme allí, porque en este cuarto no logro dormir.
La casa es muy grande, comienzo a caminar y llego a una  puerta, esa puerta misteriosa que tanto me atemoriza.
Estoy a punto de abrirla, pero algo me detiene, es como que sintiera que si trato de descubrir que es lo que hay detrás de ella algo malo va a ocurrir.
Sigo de largo, luego de entrar en habitaciones equivocadas, encuentro la habitación de Anah, entro y cierro la puerta.
Veo a Anahí sentada en la cama leyendo un libro.
-Emma, ¿cómo te sientes?

-Mucho mejor, no puedo dormir, tengo miedo, no sé que es lo que me pasa- le respondo preocupada
-Tranquila, debe ser por la preocupación de saber que estamos perdidos, pero cuando salga el sol trataremos de ver el camino a la casa y todo va a salir bien- me dice tratando de consolarme.
-¿Puedo quedarme acá?
-Si, claro que si- me responde.

Con Anahí nos despertamos al mediodía, bajamos las escaleras y los chicos ya están sentados en la mesa.
-¿Cómo durmieron? – Pregunta Margaret
-Bien- respondo al mismo tiempo que Anahí.
-He estado pensando en que si quieren se pueden quedar un par de días más, si es que lo desean, porque desde que mis hijas ya no viven conmigo me he sentido sola durante estos años, y me aria bien un poco de compañía, ya que ustedes son las primeras personas que veo después de 17 años- dice Margaret
-¿17 años? – pero sus hijas no la vienen a visitar?- pregunta Mar.
-No, fallecieron- contesta Margaret.
Se produce un silencio
-Lo sentimos- dice Lucas
-Pero,  ¿cómo hace para comer?, es decir, para comprar comida, porque si usted dice que hace 17 años que no ve personas, eso quiere decir que no va a la ciudad, ¿no es - cierto? – Pregunta Nico
-Si, no voy a la ciudad, porque tengo con que alimentarme, tengo comida en latada, árboles de frutas y eso me alcanza y sobra, - Contesta Margaret. Sonó algo rara su respuesta, mas bien sonó como una escusa para que nos quedáramos, pero nadie le dio mucha importancia.
-Pero nosotros tenemos la ropa en la casa- Digo yo. Trato de evitar quedarme más tiempo allí, siento que corro peligro, pero al mismo tiempo siento que debo quedarme. Todo es tan confuso…
-No, al final no baje las valijas de la camioneta, Eric dijo que perderíamos tiempo y nosotros queríamos mostrarles el lugar del lago- dice Franco- las valijas aún siguen en el baúl.
-Por mi está bien, a mi  me gustaría quedarme unos días más- dice Mar.
-Por mi también- dice Lucas y Anahí.
-Pero no queremos causarle problemas- dice Eric.
-Pero no es ningún problema, sino todo lo contrario, me encantaría que se quedaran aunque sea un par de días mas- dice Margaret.
-Bueno, si todos queremos, entonces nos quedaremos- dice Jael.

Capitulo 4

-No nos queda otra cosa para hacer que preguntar si tienen un teléfono o algo, porque no nos vamos a quedar toda la noche en la camioneta- dice Eric.
-Sí, es verdad, bajemos- dice Franco.
Estamos caminando hacia la casa, me da escalofríos, los mareos comienzan, pierdo el control, y… caigo.

Me encuentro dentro de la casa, hay muchos cuadros que me parecen familiar, toda la decoración, los objetos, todo es idéntico a como lo veía en mis sueños. Ann está ahí, con su mirada trata de decirme algo que no logro descubrir, escucho unos pasos, Ann empieza a llorar, pero yo no despierto.
Aparece una señora, miro a todos lados y Ann ya no está.

-Hola, tú debes der Emma, ¿no es cierto?- Pregunta la señora con vos amable.
-Sí - le respondo- y usted…
-Margaret -se apresura a decir- Margaret Shown-
 Su pelo es morocho, corto hasta los hombros y sus ojos son de color miel, tendrá unos 55 años, aunque pareciera que el tiempo la deterioró el doble, parece una mujer amargada, infeliz, triste, con odio, y maldad, pero vuelvo a mirar, y veo a una señora fresca, amable y dulce.
-¿En dónde estoy?-Pregunto.
 – Te desmayaste, y tus amigos te trajeron aquí, también necesitaban usar el teléfono, pero desde hace unos días que no funciona.
-uh… tendremos que quedarnos en la camioneta hasta que amanezca- digo en vos baja.
-Descuida- dice Margaret- les he ofrecido a tus amigos quedarse hasta mañana así no duermen incómodos en la camioneta, a demás a la noche hace mucho frio en esta zona, ya están en sus recámaras, y les dije que me encargaría de ti.
-ha, muchas gracias- siento un mal estar, ese mal estar que siento cuando me despierto en las mañanas. No sé, hay algo que no me deja tranquila, hay algo malo de tras de toda esa amabilidad, no lo sé, solo quiero dormir, estoy muy cansada.
-Te mostraré tu cuarto-dice Margaret
La sigo, la casa es gigantesca, es idéntica a la de mis sueños, y eso me provoca escalofríos, llego a mi cuarto, y sí, es ese cuarto bonito, donde en mis sueños, siempre se encontraba Ann.
-Espero que te guste- me dice Margaret- Pertenecía a mi hija, pero ya no vive más conmigo-Lo dice mientras se retira del cuarto-
-¿Cómo se llama su hija?- Le pregunto antes que se retire-
-Ann- me responde con vos apagada.
Al oír ese nombre me hace temblar, se me pone la piel de gallina, algo me pasa, como es posible que a través de un sueño pueda haber visto esta casa, y a la hija de Margaret, si jamás había estado en este lugar, y mucho menos conocer a su hija, todo es muy raro.
-falleció en su séptimo cumpleaños- me dice mientras cierra la puerta.

Capitulo 3


Hoy salimos para Bariloche en la camioneta de Lucas, nos levantamos a las 6:30am y a las 7 am, ya emprendimos el viaje. Me siento feliz, contenta, me alegra tenerlos a ellos de amigos, siempre tan atentos conmigo. Mientras vamos por la ruta, escuchamos música bien fuerte y vamos todos cantando. Tenemos todos casi la misma edad, las chicas 17 y los chicos 19.
Cuando al fin llegamos, bajo de la camioneta y noto que el aire es tan puro, tan distinto a la ciudad… Es un día hermoso, el lugar es hermoso, la casa rodeada de arboles, en el medio del bosque, se escuchan los pájaros, todo es cálido, todo es perfecto.
Estoy a punto de  bajar las valijas y Franco me interrumpe.
-Deja las valijas ahí, yo las bajo y las llevo a la casa- aprovechen, y recorran el lugar antes que empiece a caer el sol.

Se hacen las 19:30hs.
- Suban a la camioneta, vamos a mostrarles un lugar, tiene la mejor vista de Bariloche, les va a encantar- dice Eric.
-Pero, ¿No es muy tarde?- Pregunta Mar
- No, es la hora perfecta- dice Lucas

Llegamos al lugar más maravilloso del mundo, todo es tranquilo, la vista es impresionante, es hermosa, observamos como el sol se esconde y se hunde en el lago, pareciera que todos están en su mundo, y nadie se da cuenta, de que ha oscurecido.
  Debemos volver a casa antes de que oscurezca totalmente, ya que si no sería muy difícil volver.
   Como vengo siempre a Bariloche, se ubicarme bastante bien, por eso le indico a Lucas un atajo, por donde lograría llegar antes de que oscurezca totalmente.

Hace más de una hora que estamos dando vueltas en la camioneta. No tengo la menor idea de donde estamos, creo que Lucas se confundió y no siguió correctamente mis instrucciones; y cuando lo miro, le noto cara preocupada.
-Nos perdimos, ¿No?- le pregunto a Lucas, aunque yo,  ya sabía la respuesta.
-He… No lo que pasa es que…
-Dale Lucas, no somos tontos- lo interrumpe Jel enojada.
-Bueno, está bien, nos perdimos- su voz se nota algo apagada.
Cuando escucho eso me desespero, no sé por qué pero siento que algo malo va a pasar, se me cruzan cosas por la cabeza que no entiendo, hasta que una de las imágenes  es de una puerta que me parece familiar, si, es la puerta de mis sueños, esa puerta que me da escalofríos.
 Comienzo a marearme, tengo sueño, y cuando se me están por cerrar los ojos, escucho:
-Hey, ¿Estás bien?- pregunta Franco
-Sí ,sí, me mareé un poco, pero ya estoy bien- le respondo.
- A esta hora es difícil reconocer el camino- Dice Lucas.
-¿Ven? Yo dije que era tarde- Dice Mar enojada
-Es que no pensamos que iba a oscurecer tan rápido-Dice Nico.
-Tuvimos  que haber vuelto más temprano- dice Anahí.
-Bueno chicos- digo interrumpiendo su discusión- no importa, solo veamos la forma de volver, porque discutiendo no vamos a lograr nada, y mucho menos llegar a la casa.

No tiene caso, estamos yendo en círculos, de pronto vemos una casa que antes no estaba, o por lo menos yo no la había visto.
  Me parece familiar, está en el medio del bosque y cuanto más la miro, mas me doy cuenta de que esa misteriosa casa, es la casa que me atormentaba en mis sueños.

Capitulo 2





Hoy es el primer día de vacaciones y hace mucho calor, aunque es común acá en Bahía Blanca, es un calor que solo se siente en verano.
Mi primera acción es abrir los ojos, al fin despierto, y no puedo evitar notar un mal estar en mi. Me quedo mirando el techo solo por unos minutos, pensando en nada, solo miro al techo sin ninguna razón.
Cuando al fin reacciono, me doy cuenta de que me encuentro sudada, como todas las mañanas luego de despertarme de ese sueño. ¿Sera que es él el culpable de cómo me siento?, ¿Sera él el causante de mi cansancio, agotamiento y  fatiga? La verdad no me preocupa demasiado, es tan solo un sueño, ¿o no?.
 Mientras pienso, siento en el ambiente esa brisa tibia y húmeda recorrer mi rostro, y me doy cuenta de que hoy será otro día caluroso. Inmediatamente encuentro una razón lógica para la situación en la que estaba, ese mal estar que sentía se debía a la temperatura del lugar, a ese calor insoportable, que solo se vive en verano, no creo que un estúpido sueño tenga algo que ver, o quizás eso es lo que me quiero hacer creer…
 Me gusta el calor, pero cuando llega a temperaturas extremas, se torna un poco molesto, un poco insoportable.
Luego del segundo intento fallido para sentarme en la cama, me estiro varias veces, y al fin decido levantarme.
Miro la hora, son las 10:05 am. Me siento al borde de la cama, me pongo las pantuflas de garras que mi papá me regaló, y me levanto. Voy hacia la ventana para abrirla y noto el hermoso día que hace, el sol me da justo en la cara, miro hacia afuera con los ojos entre cerrados, se puede ver el cielo despejado y el sol radiante; se puede ver, un día perfecto.
Luego de cepillarme los dientes, voy aún con mi ropa de dormir hacia el comedor, sin ninguna preocupación de quien pueda verme en ese estado, desaliñada y recién levantada, porque no se encontraba nadie en mi casa.
Me preparo la leche, me siento a desayunar, y rápidamente me pongo los auriculares. Me siento bien, me siento relajada, escuchando mi música, sin que nadie me este diciendo que hacer.
 Hoy es la primera vez que paso la noche sola en mi casa, mis papás se fueron a San Francisco, y vuelven en una semana.
   Lo primero que se me cruza por la cabeza es llamar a mi mejor amiga Anahí. La conozco desde primer grado y vivie en frente de mi casa, vamos a todos lados juntas, es como mi hermana, somos inseparables. Anahí tiene un hermoso pelo rubio y unos ojos iguales a los míos, nada más que los de ella son mas azules, y los míos mas verdes.
 Marco el número ya que me lo sé de memoria.
- ¿Hola?
- Hey, soy Emma me acabo de levantar, vení en una hora porque me tengo que terminar de cambiar- no puedo evitar notar mi vos ronca de recién levantada- además me parece que voy a tomar un baño, este calor me está matando-
   Cuando cuelgo el teléfono, no pasaron ni diez minutos que termine de hablar con Anahí, y ya está tocándome la puerta.
- Menos mal que te dije que vengas en una hora! Siempre haces lo que quieres - me rio- estaba a  punto de meterme al baño-
- Jajá, es que no aguanté- me dice eso mientras mandaba mensajes de su celular-
Nos dirigimos a mi cuarto, Anahí se acuesta en mi cama toda desordenada, no deja de mandar mensajes, y eso me irrita.
-¿Con quién te mandas mensajes?- le pregunto con una voz algo molesta-
-Con nadie importante- me mira con cara misteriosa.
No le digo nada y voy directo al lado de la ventana, donde se encuentra mi computadora y la prendo.
-Podes usarla mientras me baño, así no te aburrís- la miro fijamente- aunque creo que ya estas entretenida- mi voz suena con un poco de sarcasmo- Entro a bañarme y pienso en mi cumpleaños. No puedo creer que al fin cumplo 18, es el 15 de Enero, faltan tan solo 5 días.
Mientras me bañaba pensaba en que podría hacer para festejarlo, una fiesta ya está muy vista, y la única idea que recorre mi mente estos últimos días es de ir a Bariloche, voy todas las vacaciones, es un lugar muy relajante para mi.
Salgo de la ducha, me coloco mi bata y me dirijo a  mi cuarto. Anahí se encuentra en la computadora, concentrada en lo que está haciendo, y ni siquiera nota que yo ya me he terminado de bañar.
-No mires que me voy a cambiar.
-No, no, quedate tranquila-
-Me molesta que estés tan ocupada mandando mensajes y estar en tu mundo, sin contarme nada- la miro esperando una respuesta. Me siento algo mal, ya que noto que me oculta algo.
-Confía en mí- fue su única respuesta.
No sé porque me sentí algo aliviada, creo que fue por el tono sincero que tenía su voz, no lo sé, ya no me preocupaba.
Me dirijo hacia el ropero, escojo un short de jean claro con algunas delicadas rajaduras que fueron hechas a propósito, me ato una camisa a la cintura y me pongo una musculosa negra. Busco mis zapatillas vans azules y negras, y me las pongo. Me dirijo al espejo, y trato de desenredar mi pelo castaño, luego me lo muevo de forma que me quede levantado, y no tan pegado a la cara.
Me maquillo, me pongo perfume, y ya estoy lista para empezar el día.
-Emma, tengo que decirte algo- su voz sonaba algo entusiasmada.
-¿Qué pasa?.
-Me estuve mandando mensajes con los chicos, porque estuvimos arreglando algo sorpresa para tu cumpleaños- me mira con una sonrisa en la cara.
-Y si era sorpresa ¿Por qué me lo decís ahora?- la miro intrigada.
-Porque no va a ser una fiesta sorpresa, ni nada por el estilo- sale de la computadora y se sienta en mi cama, y me sigue explicando- estuvimos organizando un viaje, para festejar tu cumpleaños y de paso pasamos unos días de vacaciones fuera de esta ciudad.- sonríe.
-ME ENCANTA- siento una felicidad inmensa- ¿a dónde vamos?- me atrevo a preguntar.
-Estuvimos pensando en Bariloche, siempre vas allí, y sé que te gusta mucho ir.
-Si, la verdad que es un lugar que me despeja demasiado- termino de decir esas palabras y pienso, me sentía algo confundida, es raro, porque yo había pensado en ir allí, a Bariloche, no se por qué.
-¿En dónde vamos a parar?
-Ya está todo arreglado, el novio de mi mama tiene una casa allí, y se ofreció a prestárnosla hasta el 15, son solo 5 días.
-Me encanta la idea- sonrío y la abrazo.

 Con Anah estamos ordenando la casa, no hay mucho que ordenar, más que nada solo acomodamos un par de cosas, ya que en un rato vienen nuestros amigos.
 Salimos a comprar la comida y las bebidas, estamos re entusiasmadas, ya que es la primera vez que aremos un viaje como éste.

 Como mañana tenemos que salir a primera hora, mis amigos se quedan a dormir en mi casa ya con las valijas preparadas y todo para no perder tiempo.
  Con Anah comenzamos a armar las valijas, metimos de todo, parece que nos vamos a mudar por todo lo que llevamos, siempre fuimos así, o por lo menos yo, siempre llevo demasiadas cosas para un viaje de apenas unos días.
   Luego de que terminamos de preparar nuestras cosas, decidimos meternos en la pileta.

  Ya son las 19:30hs, con Anahí nos sentamos en el sofá a mirar un rato de televisión mientras esperamos a los chicos.
   Cuando se cumplen las 20:00hs, empiezan a llegar las chicas, Jael y Mar.
-Y los chicos, ¿Cuándo llegan?-se apresura a preguntar Mar.
-¿Los chicos? ¿O eric?- dice Jael riéndose.
- En realidad preguntaba por Nico- hace una pausa, y antes de que Jael conteste dice: - No me mires así Jae, era un chiste, todas sabemos que Nicolas es tuyo.
-Mejor que lo tengas claro- dice Jael con cara seria, y luego se ríe.
-Bueno- digo yo- todavía no hemos salido y ya se están peleando- hecho una carcajada.
   Son las 20:10 y llegan los chicos en la camioneta de Lucas, menos Franco que vive al lado de mi casa.
-Dios!, que buena que esta la camioneta de Lucas- dice Anahí mirando por la ventana. –Se la regalaron hace dos semanas cuando cumplió los 19.
-Que bueno esta Lucas, querrás decir- le digo.
- Es mío, te informo- me contesta con vos peleadora.
-Ya sé, te lo digo apropósito- le contesto riéndome.
Antes de que entren a la casa corro a poner buena música, y abro la puerta.
-Hola chicas- dicen los cuatro a la vez.

Ya son las 23:30hs, es la noche perfecta, y la estamos pasando muy bien, todos estamos en el patio charlando, y escuchando música.
- Tenemos una idea-  dice Eric con voz de excitación, y luego mira a Nico,  Lucas  y Franco.
- ¿Qué idea? – pregunto intrigada.
-Una idea que estuvimos organizando nosotros cuatro- dice Franco mirándome fijamente.
-¿A si?- y ¿de qué se trata esa idea?- pregunta Anahí.
-Cuando lleguemos a Bariloche les decimos, queremos mostrarles un lugar- contesta Nico.

Capitulo 1


Ya hace varios días que vengo teniendo el mismo sueño, ese sueño en el que me encuentro en una casa que jamás había visto, pero creo recordarla.
   Me encuentro en ella y empiezo a recorrerla.
   Siento que hay cosas que me pertenecen, pero no recuerdo haberlas tenido nunca.
   Sigo buscando, el problema es que no se que busco.
 ¿Qué hago acá?, me hago esa pregunta que tiene una respuesta que nunca descubro.
 Llego a una puerta que se encuentra abierta, no me atrevo a cruzarla, porque hay algo que me aterra, pero siento que detrás de ella está la respuesta.
 Sigo caminando hasta llegar a un cuarto muy bonito, donde siempre me espera una niña llamada Ann según el tallado de su vestido. Tiene un pelo castaño claro y unos ojos grises que reflejan miedo y tristeza.
  Escucho pasos que se aproximan, Ann empieza a llorar, y yo siempre despierto.